Cuando nos disponemos a investigar sobre los orígenes del chocolate, es decir, la procedencia de las semillas del cacao, una parada obligatoria resulta ser averiguar dónde se localiza por primera vez el árbol del que proceden dichas semillas.
Existe una antinomia en las fuentes sobre su procedencia exacta:
Desde América del Sur (de los mayas) se extendió hacía el sureste de México (a los aztecas); u ocurrió al contrario, desde el sureste de México hacía Suramérica. Pero lo que resulta evidente es que se trata de un árbol de origen tropical de cuyas semillas, mediante una determinada elaboración, obtenían una bebida fermentada muy energética de saber amargo y picante. Era tal el valor que se le atribuían a las semillas del cacao que eran empleadas como moneda corriente.
Pero, cómo llegó el chocolate desde el continente americano hasta nosotros. Esta aproximación histórica nos conduce al siglo XVI, época en la que Hernán Cortes introducía el chocolate en la corte española, aunque se especula que ya lo intentó Cristóbal Colón en su momento sin éxito debido a su peculiar sabor. Cabe destacar la importancia que tuvieron los religiosos y religiosas, los cuales realizaban viajes al continente americano y a su regreso introducían las semillas de cacao. A ellos se debe ese sabor tan dulce y agradable, que se identifica más con la combinación de chocolate que hoy en día conocemos.
A partir del siglo XVII comienza a expandirse la popularidad y comercialización del chocolate por el resto de Europa: Italia, Francia, Alemania e Inglaterra. Esta elaboración del manjar del Dios “Ek Chuac” (dios del cacao), fue valoradísima como medicamento y como alimento. De ahí que ha finales de este siglo comenzarán a aparecer las primeras chocolateras artesanales.
Fue tal la popularidad de adquirió el chocolate que a mediados del siglo XVIII, en Inglaterra, se dictaron unas leyes para limitar su fabricación, ya que seguía aumentando la demanda de mejor calidad y sabor.
Pero es a partir del siglo XIX cuando la elaboración artesanal del chocolate fue sustituida por maquinaría. Y con esta nueva situación comenzaron también los avances en la misma materia prima del chocolate, algunos ejemplos de esta nueva son representados por: el italiano Doret quien solidificó en una tableta el chocolate, el holandés Coran Van Housen inventó una prensa hidráulica para prensar las semillas de cacao, fue también otro italiano quien ideó los bombones y, por último, el suizo Daniel Peter añadió leche al chocolate, para suavizar su sabor.
En la actualidad existen un sin fin de producciones elaboradas con chocolate, cada cual más sofisticada.