Cuando hablamos de un país determinado, lo primero que nos viene a la mente es algo muy distintivo del mismo. En el caso de Suiza, son los relojes del país, al igual que la gran variedad y calidad de sus chocolates sus principales emblemas; y centrándonos en nuestro exquisito protagonista y en sus diferentes variedades, podemos citar a “Läderach Chocolatier Suisse”, “GYSI Chocolatier Suisse”, “Chocolat Stella/Bernrain”, y a “Lindt”, como las principales compañías chocolateras del país.
Pero, nos resulta un tanto difícil pensar en cómo es posible que un país que históricamente ha carecido de cierta tradición colonizadora pueda llegar a convertirse en uno de los principales productores de chocolate a nivel mundial.
Si bien, es cierto que sus importantes medios hídricos, así como sus avanzadas infraestructuras posibilitan en primer lugar un asentamiento próximo a medios naturales propicios para la fabricación del chocolate, al igual que su rápida distribución y comunicación hacia otros países vecinos.
Y fue a mediados del siglo XVIII cuando se creó la primera empresa chocolatera en Suiza por Louis Callier.
Actualmente una de las compañías productoras de chocolate suizo más conocidas y prestigiosas es “Lindt”(a quien corresponde el privilegio de haber elaborado en primer lugar el chocolate con leche), presente en Suiza desde mediados del siglo XIX y como sucede con las otras grandes empresas chocolateras suizas como “GYSI”, “Läderach” y “Stella/Bernrain”(empresas de creación más reciente, concretamente en el siglo XX que fue cuando se produjo realmente el auge del chocolate suizo) cuentan con una amplia gama de productos en los cuales podemos encontrar al chocolate en forma de bombones, de tabletas, fundido, etc… y con una amplia variedad de sabores y de intensidades.
La fama y reputación de la que goza el chocolate suizo lo convierten en el regalo ideal para la celebración de cualquier tipo de acto así como en el complemento perfecto en nuestra dieta alimenticia.
Las 6 mejores marcas de chocolates suizos
La exquisitez y calidad de estos codiciados productos es tal que algunas estadísticas indican que en promedio, los ciudadanos europeos consumen entre 7 kg y 10 kg de chocolate suizo por año.
Aunque los pioneros del chocolate con leche se encuentran entre los mejores productores del mundo, existe una selecta lista de fabricantes que podríamos denominar como las 6 mejores marcas de chocolates suizos, de los cuales hablaremos a continuación.
Quédate hasta el final y conoce a los más grandes expertos del chocolate.
Villars
Esta marca fue fundada en el año 1901 en la ciudad de Freiberg, donde se encuentra una de las localidades con mayor producción de leche en la región, una estrategia muy bien jugada teniendo en cuenta que esta es uno de los ingredientes más importantes de este manjar.
Entre su gran variedad de chocolate es posible encontrar de tipo oscuro, con avellanas, el clásico con leche, de origen puro y el más vendido de todos: el chocolate blanco, el cual posee una textura muy agradable y un sabor muy equilibrado.
Una de las grandes claves de esta compañía ha sido el saber fusionar las mejores estrategias de producción industrializada sin dejar a un lado la metodología clásica de los maestros chocolateros.
Si bien sus barras de chocolate de presentación individual son exquisitas, también cuentan con una línea especial para reposteros con las que se pueden crear los postres más sublimes, siendo estas unas de las más vendidas entre los reposteros a nivel nacional e internacional.
Stella Bernrain
Si pudiéramos describir a la marca Stella en una sola palabra sería sin lugar a dudas la innovación, un concepto que la compañía ha dominado a la perfección dado que fue la primera en introducir al mercado el chocolate con leche especial para los intolerantes a la lactosa a partir del año 2003.
Fundada en el año 1925 por el experto chocolatero Achille Vanotti, esta compañía se inició de manera artesanal con la producción de confitería, rollos de oblea rellenos y malvaviscos con chocolate.
La calidad de sus productos y su exquisito sabor fueron un factor determinante que les permitió aumentar progresivamente su cartera de clientes hasta el punto de inaugurar su primera fábrica de producción industrializada en el año 1956.
Por si fuera poco, esta compañía ha demostrado su interés y preocupación por el cuidado del medio ambiente, dado que su fábrica ha implementado una tecnología capaz de reducir el consumo de agua en un 98%, eso sin contar sus bajas emisiones de CO₂.
De la misma manera, ha sacado al mercado una línea de chocolates veganos elaborados al 100% con productos de origen orgánico, lo cual han logrado gracias al apoyo que le han brindado a los pequeños productores a fin de obtener una materia prima de mayor calidad.
Toblerone
¿Quién no ha tenido el placer de probar las clásicas barras puntiagudas de esta marca al menos una vez?, y es que su ingeniosa presentación e icónica combinación de chocolate y turrón es capaz de conquistar hasta los paladares más refinados.
La inspiradora historia de esta compañía inició en el año 1908 gracias al ingenioso Theodor Tobler, un empresario de origen suizo que tuvo la brillante idea de mezclar el chocolate cremoso con las exquisitas barras de turrón italiano, dando como resultado una de los chocolates más aclamados a nivel nacional e internacional.
Como mencionamos, sus ingredientes no son los únicos elementos que hacen única a esta marca, sino también su forma, pues su inventor deseaba crear un producto totalmente diferente que identificara a su marca a primera vista. Se dice que su mayor inspiración fue el emblemático monte Cervino, una de las montañas más icónicas de los Alpes suizos debido a que parece una pirámide.
En cuanto a su conocido nombre, debemos recordar que fue conformado de acuerdo a la unión de su apellido (Tobler) y la palabra turrón (torrone), dos características esenciales que definen esta marca.
Hoy en día es una de las compañías de este tipo con mayor fama a nivel mundial, siendo distribuida en más de 110 países.
Frey
Se trata nada más y nada menos que de uno de los primeros productores de las tabletas de chocolate en la historia, un descubrimiento legendario que surgió en el año 1887 gracias a los hermanos Robert y Max Frey, quienes iniciaron con una pequeña compañía que para entonces llevaba el nombre R. & M. Frey.
Una de las claves que les permitió posicionarse en el mercado fue su destacada formación en la industria del chocolate, eso sin contar que siempre optaban por la tecnología más avanzada en el proceso de fabricación, lo cual daba como resultado un chocolate de textura y sabor incomparable.
A diferencia de las marcas antes mencionada, Frey no solo se dedica a la fabricación de chocolate en barra, sino que a lo largo de los años se ha especializado en la creación de diversos tipos de golosinas.
Entre los otros tipos de chocolates comercializados por esta marca se encuentran los bombones y trufas, los cuales se combinan con todo tipo de ingredientes y toppings para garantizar una experiencia inigualable al paladar.
El cacao utilizado para la elaboración de estos exquisitos manjares es importado de otros países, siendo sus mayores proveedores países como Ecuador, Brasil, indonesia, Nigeria y Ghana.
Lindt & Sprüngli
Si de paladares refinados se trata, la compañía Lindt & Sprüngli es una de las elecciones más seguras que se pueden hacer, ya que esta marca se especializa en la fabricación de chocolates de lujo.
Su fundación fue en el año 1845 por Rudolf Sprüngli-Ammann y su padre David Sprüngli-Schwarz y aunque inició como una pequeña pastelería artesanal, logró expandir sus horizontes a partir del año 1998, cuando compraron una compañía americana llamada Ghirardelli que se dedicaba a la elaboración de chocolate.
Esta importante compañía ha forjado un legado tan trascendental que incluso fue capaz de superar dos guerras mundiales y fue a partir de tales tragedias que se inspiraron para la invención de chocolates más refinados con la finalidad de levantar el ánimo de sus clientes.
Fue así como nacieron sus obras más prominentes, el famoso “Lindor” y el extravagante “Lindt Gold Bunny”, el cual se convirtió en un elemento infaltable en las fiestas de pascua, gracias a su divertida forma de conejo cubierta con papel de oro.
Dado que se trata de una marca tan lujosa, sus presentaciones juegan un papel fundamental y tal como en el caso del icónico conejo dorado, Lindt se caracteriza por deslumbrar con sus empaques ostentosos y llamativos.
Indudablemente, su precio es muy superior al de un chocolate promedio; sin embargo, es un producto que vale la pena degustar al menos una vez, lo que sí debes tener en cuenta es que una vez que lo pruebas te conviertes en fan de esta marca.
Cailler
El imperio de la industria chocolatera lo lideriza de manera indiscutible la marca Cailler, la cual es conocida como la empresa más antigua dedicada a la fabricación de chocolate, siendo fundada en el año 1818.
Su fundador es el chocolatero François-Louis Cailler, quien deseaba poner en práctica los conocimientos que había adquirido en Turín para crear la primera fábrica de chocolate con proceso de fabricación automatizado.
Gracias a esta iniciativa los chocolates de esta marca adquirieron gran popularidad rápidamente, ya que su costo era mucho más módico que el de otras marcas de fabricación artesanal.
Para el año 1929, la empresa Cailler fue comprada por la conocida compañía Nestlé y actualmente cuenta con un increíble museo llamado “Maison Cailler” en donde se elaboran más de 14.000 toneladas de chocolate cada año.
Esta icónica mansión ofrece a los visitantes una inigualable experiencia sensorial en la que pueden catar todo tipo de chocolates y hacer un viaje al pasado para conocer los orígenes de esta compañía tan legendaria.